Vaenius, Otto: Theatro moral de los antiguos y modernos (1701)

Resumen de la glosa:
Entre los Santos Padres y los moralistas es muy usada la metáfora del hidrópico para representar al avariento insaciable puesto que ninguna le cuadra mejor dadas sus semejanzas. Ambas enfermedades, hidropesía y avaricia, son incurables, aunque existe un último tratamiento: algunos hidrópicos se curan haciéndoles incisiones en la piel del vientre por donde expulsan el agua que los hincha (pero muchos mueren); los avariciosos que han perdido su riqueza suelen dejar la codicia y volverse a Dios (pero la mayoría mueren desesperados). Por otra parte, para todos los vicios y pasiones hay una época y un término, excepto para la avaricia, que crece con los años y muere con su dueño.
Observación sobre el texto:
Ninguna observación
Epigramas:
Número de versos:
10Tipo de versos:
Octosílabo
Ni el hidrópico sediento,
puede con toda la mar,
su sed, o rabia apagar;
ni tampoco el avariento,
con oro se puede hartar;
porque es como la hidropesía,
que va creciendo a porfía,
a medida del tesoro;
que es hectica que con oro,
crece la sed cada día.Número de versos:
10Tipo de versos:
Octosílabo
El codicioso avariento,
propriamente viene a ser
hidrópico del tener,
sin tener jamás contento.
Beber, y quedar sediento,
es la imagen de su vida.
Y la razón oprimida
cede al deseo su empleo;
mas nunca tuvo el deseo,
ni término, ni medida.
Palabras clave
Autoridades