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COLECCIONES Y RECURSOS DIGITALES

Esta biblioteca digital da acceso a los resultados del trabajo sobre Relaciones de sucesos que, desde 1994, produce el SIELAE  (Universidade da Coruña - España). 

¿Qué se entiende por relaciones de sucesos?

Las relaciones de sucesos son documentos que narran un acontecimiento ocurrido o, en algunas ocasiones, inventado (pero verosímil), con el fin de informar, entretener y conmover al público -bien sea lector u oyente-. Tratan de muy diversos temas: acontecimientos histórico-políticos (guerras, autos de fe, etc), fiestas religiosas o cortesanas, viajes, sucesos extraordinarios como catástrofes naturales, milagros, desgracias personales...

Su forma es variada: pueden ser manuscritas o impresas, estar en verso o prosa, y constar de un solo pliego (la mayor parte tienen esta forma de pliego suelto compuesto por dos o cuatro hojas) o llegar a tener las dimensiones de un libro voluminoso.

Las Relaciones de sucesos surgen en el siglo XV vinculadas al género epistolar: la carta-relación, que informa generalmente a un particular de algún acontecimiento del que fue testigo el emisor. Su uso se va extendiendo en el siglo XVI, en el que aparece ya la Relación de sucesos de forma autónoma (aunque convivirá siempre con la carta) dirigida a un público más amplio, para alcanzar su apogeo en el siglo XVII, sobre todo en los reinados de Felipe IV y Carlos II. Su desaparición vendrá condicionada por el nacimiento y éxito de las Gacetas, ya en el siglo XVIII, que amplían el mundo informativo al contar las noticias periódicamente, y no de manera ocasional como lo hacían las Relaciones.

La existencia de Relaciones se constata en toda Europa, si bien su producción decae con el auge de las gacetas, mientras que en España y sus dominios la forma característica de relación, como relato de un acontecimiento ocasional y no periódico, perdura largamente en convivencia con el nuevo género.

Las Relaciones perpetúan el acontecimiento efímero, y su función es la de hacer revivir un hecho a un lector intemporal -haya o no presenciado el suceso-, y transmitir una información, casi siempre subjetiva, y en algunos casos dirigida desde los sectores mas altos de la sociedad.

El redactor de Relaciones de sucesos escribe desde su punto de vista, añadiendo, suprimiendo o inventando lo que le parece, pero de tal forma que siempre sea verídico el suceso que cuenta -y así suele subrayarlo en el título, con los adjetivos verísima, verdadera relación, etc., con el fin de impresionar al receptor e inclinarle a comprar, leer u oír la relación-.

Se conservan gran cantidad de Relaciones de sucesos, y sin lugar a dudas, existieron muchas más, pues fueron la "literatura" más popular en el siglo XVII y, paradójicamente, han merecido poca atención hasta hace unos pocos años.

Como puede deducirse de lo expuesto, a través de estos documentos se reflejan muchos aspectos de la cultura de la Edad Moderna europea. Se trata de un material de valor inapreciable para los estudiosos de la Historia, Literatura, Historia de las mentalidades, Antropología, Historia del Arte, Sociología y muchos aspectos de la cultura del Siglo de Oro, incluida la imprenta y la sociología de la edición. A pesar de que la dudosa calidad literaria de estas Relaciones haya justificado hasta ahora la escasez de investigaciones profundas sobre ellas, la variada y rica información que ofrecen invita al estudio de estos documentos y de su riqueza variopinta.

Estado de la cuestión (N. Pena Sueiro, 2001)

Documento en PDF, en el que puede encontrarse un estado de la cuestión sobre el estudio de las Relaciones de Sucesos [enlace]